Proyecto para que los controles de alcoholemia a choferes de colectivos sean obligatorios
El senador bonaerense de Hechos, Marcelo Leguizamón, busca que los controles de alcoholemia para choferes de larga distancia que operan en el ámbito de la provincia de Buenos Aires, sean obligatorios. Los controles deberían efectivizarse al comenzar un viaje y de forma sorpresiva y aleatoria durante la jornada de conducción, indicó.
El senador bonaerense de Hechos, Marcelo “Chuby” Leguizamón, presentó en las últimas horas un proyecto de ley para que los controles de alcoholemia y sustancias psicoactivas en los choferes de larga distancia sean obligatorios , con el objetivo de garantizar la seguridad vial.
La iniciativa se basa en miles las noticias que trascienden a diario, de choferes de colectivos de larga distancia que chocan, o dan positivo en controles de alcoholemia o drogas.
En ese contexto, Leguizamón solicitó por ley la aplicación obligatoria de controles de alcoholemia y psicoactivos para todas las empresas, permisionarias o concesionarias que presten servicios de transporte automotor de pasajeros con jurisdicción de origen o con destino a la provincia de Buenos Aires, en el momento previo a comenzar un viaje y de forma sorpresiva y aleatoria durante la jornada de conducción.
“Establecer la obligatoriedad de los controles de alcoholemia y detección de sustancias previo a la toma del servicio no debe interpretarse como una medida punitiva, sino como una acción de salud pública y de prevención activa, que busca blindar la operación del servicio asegurando que la primera línea de defensa de la seguridad vial, que es el conductor, se encuentre en condiciones óptimas para desempeñar su tarea”, alegó el senador bonaerense.
En esa línea, Leguizamón recordó que el proyecto presentado se alinea armónicamente con la política de Estado de la provincia de Buenos Aires, que avanzó con la Tolerancia Cero de alcohol en el volante, por lo que la iniciativa pretende reforzar ese principio en el sector profesionalizado del transporte, exigiendo a las empresas una responsabilidad directa y fiscalizable antes de liberar cada servicio.
“Quien asume la responsabilidad profesional de conducir un transporte de pasajeros ejerce una función de alto riesgo social, y, por tanto, la verificación de su aptitud psicofísica es una condición inherente a su empleo y habilitación, donde el interés público y la vida de los pasajeros priman sobre el interés particular”, amplió el legislador.
Vale precisar que, las empresas deberán apartar inmediatamente del servicio a los conductores que arrojen un resultado positivo. El texto contempla además que los prestadores de servicio de transporte tendrán que llevar adelante un Registro de Control Preventivo de Conductores, el cual permitirá transparentar y auditar el cumplimiento de dicha norma. (VW)
