Alerta del sector textil por el impacto que causa la desregulación en el empleo y la producción
Siete de cada diez prendas ya son chinas: Un informe de la Fundación ProTejer alertó por el riesgo en producción y empleo en todo el país, como consecuencia de la desregulación y el descontrol del courier que aceleraron el avance asiático.

La industria local en riesgo por el avance de ventas desregulado.
Un nuevo informe de la Fundación ProTejer advirtió que la pérdida de competitividad ya se traduce en caída de producción, empleo y actividad comercial en todo el país, como resultado que la desregulación marcó sobre la industria nacional.
El documento no solo confirma que China concentra el grueso del ingreso de prendas al mercado argentino, sino que detalla que la falta de controles y la flexibilización del régimen courier generaron un terreno propicio para que la ropa de origen asiático llegue sin certificaciones, sin valores de referencia y, en muchos casos, sin cumplir con los requisitos que se exigen a los fabricantes locales.
El informe destacó que “la avalancha de prendas chinas ingresa sin certificaciones de calidad, sin valores de referencia, sin etiquetas y sin pagar impuestos, generando ventajas imposibles de igualar para cualquier fabricante argentino”.
Un punto crítico del informe es la magnitud de la participación china en el mercado importado: siete de cada diez prendas que ingresan hoy a la Argentina provienen del gigante asiático, una concentración inédita que se profundizó con la flexibilización aduanera y el descontrol del régimen courier. Ese volumen, advierte ProTejer, explica buena parte del desplazamiento de la producción local y el deterioro del empleo en la cadena textil, indicó Infocielo.
Un mercado sin reglas ni equilibrio
ProTejer remarcó que detrás de este fenómeno se encuentra el desmantelamiento progresivo de normas que regulaban el comercio leal y que contaban con el aval de la Organización Mundial del Comercio.
Se suprimieron herramientas como la declaración jurada de composición, los valores de criterio de importación y los controles sobre etiquetado y talles, lo que dejó al sector argentino expuesto frente a competidores que operan con costos y reglas completamente distintas.
El informe también describe la expansión acelerada del courier y el rol de plataformascon Shein, AliExpress y Temu, que hoy envían productos directamente al consumidor argentino sin pagar aranceles y sin atravesar procedimientos de control. Se trata de un sistema creado para envíos personales y de bajo valor que, reconvertido en canal comercial masivo, alteró el mercado local y profundizó la brecha con la industria formal.
Esta dinámica motivó incluso iniciativas legislativas. En ese sentido, el diputado Miguel Ángel Pichetto presentó un proyecto para aplicar aranceles específicos, exigir registración obligatoria y equiparar condiciones impositivas entre las plataformas extranjeras y los comercios del país, en un intento por frenar la competencia desigual que denuncian fabricantes y comerciantes.
ProTejer para finalizar, sintetizó la dimensión del problema: “Lo que está en juego no es solo el precio de una prenda, sino el futuro productivo de la Argentina y la capacidad de compra de un asalariado actual sin trabajo mañana”.
Para la entidad, la combinación de desregulación, flexibilización aduanera y un flujo creciente de productos sin control configura un escenario que compromete la supervivencia de miles de empresas y una cadena de valor que da sustento a más de medio millón de trabajadores. (VW)




