En principio, en materia de reducción de personal y ajustes administrativos, la Presidencia de INTA aceptaría llevar adelante un fuerte achique que afectaría a más de un millar de personas*.
La prueba, de la que participó ACUMAR, consistió en el remate programado de ganado vacuno, destinado a la evaluación técnica y operativa de las instalaciones sanitarias para el tratado de los efluentes.