El Papa León XIV se manifestó en defensa de la relación médico-paciente ante la CONFEMEL
Con críticas a la IA en la atención sanitaria, el Papa recibió en audiencia a los representantes de la Confederación Médica Latinoiberoamericana y del Caribe. La inteligencia artificial en medicina nunca podrá ocupar el lugar del médico, porque ustedes «son reservas de amor, que llevan serenidad y esperanza a los que sufren», subrayó.

Imagen gentileza Prensa CMPBA
El Santo Padre León XIV recibió en audiencia a los representantes de la Confederación Médica Latinoiberoamericana y del Caribe (CONFEMEL), el pasado 2 de octubre en el Palacio Apostólico Vaticano, al que asistió el presidente del Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires (CMPBA), y secretario general de CONFEMEL, Dr. Rubén Tucci.
En sus palabras de bienvenida, el Papa León XIV reconoció a CONFEMEL como “un organismo que representa a más de dos millones de médicos que trabajan para hacer llegar una asistencia sanitaria de calidad a todos los rincones de sus países”, informó Prensa del CMPBA.
Asimismo, en el marco de la celebración a los Santos Ángeles Custodios, Su Santidad se refirió a la inquebrantable relación médico-paciente “que se basa en el contacto personal y en el cuidado de la salud, se podría decir, así como los ángeles que nos cuidan y protegen en el camino de la vida”, destacando “la comunicación y el contacto físico siempre han de estar presentes en la relación terapéutica, más allá de los instrumentos y herramientas que se utilicen para tratar las enfermedades”.
A la luz de estas reflexiones entre otras, el Papa León XIV invitó a los presentes “a seguir profundizando la relación entre dos personas, con sus cuerpos y su interioridad, con su historia”, remarcando su convencimiento de que esta premisa “nos ayuda también a arrojar luz sobre el lugar de la inteligencia artificial en medicina: puede y debe ser una gran ayuda para mejorar la asistencia clínica, pero nunca podrá ocupar el lugar del médico, porque ustedes «son – como decía el Papa Benedicto XVI –, reservas de amor, que llevan serenidad y esperanza a los que sufren».
En esta línea, Su Santidad concluyó que “el algoritmo nunca podrá sustituir un gesto de cercanía o una palabra de consuelo”. (VW)