El Senado rechazó los dos vetos del Presidente y quedaron firmes emergencia pediátrica y financiamiento universitario
El Senado convirtió en Ley los proyectos de financiamiento de universidades y del Garrahan. Es la tercera vez que ocurre en el año, una situación inédita desde el regreso de la democracia.
Tras un extenso debate y en dos votaciones consecutivas, el Senado rechazó este jueves los vetos del presidente Milei y dejó firme las leyes de financiamiento a las universidades nacionales y de emergencia en pediatría, que incluye un refuerzo salarial para el personal médico y los empleados del Hospital Garrahan.
Ambas iniciativas superaron el umbral constitucional de dos tercios y se convirtieron en ley sin modificaciones. La decisión se da en el marco de un escenario de tensión por la disponibilidad de recursos para el sistema universitario y para la atención infantil de alta complejidad. El Hospital Garrahan se presentó como emblema del debate, por su rol en derivaciones de todo el país.
La votación ofreció mayorías holgadas. La Ley de emergencia del sistema de salud pediátrico fue ratificada por el Senado por 59 votos a favor, 7 en contra -todos los senadores del oficialismo-, y tres abstenciones del bloque Pro.
En tanto que la Ley de financiamiento universitario, fue insistida por 58 votos a favor, 7 en contra y 4 abstenciones. En este último caso, se sumó la radical Carolina Losada a las abstenciones.
Los bloques opositores articularon apoyos cruzados para revertir los vetos y repusieron el espíritu original de las normas. El oficialismo defendió la decisión presidencial y cuestionó la oportunidad fiscal de las medidas.
Un récord para la democracia
Con estas dos insistencias ya son tres las leyes que ambas cámaras del Congreso logran ratificar en un mismo período legislativo al rechazar el veto que les había impuesto el jefe del Estado.
La anterior ley insistida por el Parlamento fue la que declaró la emergencia en los servicios de atención pública a las personas con discapacidad. Como este jueves, el 4 de septiembre último el Senado tuvo a su cargo ponerle el remate a la desautorización al Presidente, también con una votación ominosa para el Gobierno de 63 votos a favor y tan sólo 7 en contra del rechazo al veto de Milei.
La insistencia de las dos leyes se alcanzó luego de un árido debate que se extendió por más de seis horas y en la que, salvo contadas excepciones, el recinto se convirtió en caja de resonancia contra la administración libertaria y su política de ajuste del gasto como piedra angular para alcanzar el superávit fiscal.
Cómo fue el debate
En el inicio de la reunión, el radical Martín Lousteau (Capital) logró sumar al temario un proyecto de declaración que le pide al jefe de Gabinete que reasigne partidas para cumplir con la ley que actualiza aranceles de prestadores, crea una pensión no contributiva por discapacidad equivalente al 70% de la jubilación mínima y ordena saldar las deudas con los prestadores. La iniciativa se discutirá al final de la sesión.
El senador Flavio Fama (UCR) le habló directo al Presidente: “¿Cuál es el plan para la educación pública argentina?”. Tras un discurso encendido, se preguntó si es “instalar un relato para sostener un recorte y defender el equilibrio fiscal”. Fama recordó que el Presupuesto 2026 −que se discute en Diputados− elimina la cláusula de financiamiento educativo. “A los foros a donde va le piden a gritos profesionales”, advirtió, y cerró con su veredicto: “Señor Presidente, el plan es que no haya plan”.
Natalia Gadano, aliada al gobernador de su provincia, Claudio Vidal (Santa Cruz), remarcó la contradicción del discurso oficial y justificó su rechazo al veto presidencial porque “una Nación que abandona a los sectores más débiles no puede llamarse ni justa ni libre”. “Defender la educación y la salud es una obligación moral”, remató la senadora patagónica.
Desde el peronismo, Daniel Bensusán (La Pampa) refutó los argumentos del Gobierno al asegurar que el debate “no es técnico, fiscal o contable; es político y moral”, tras lo cual calificó de “falso” el dilema del equilibrio fiscal que plantea la Casa Rosada, al recordar que se aumentaron partidas para la Secretaría de Inteligencia mientras se recortaban fondos a las universidades
Qué dicen los proyectos
El proyecto de financiamiento universitario establece la actualización automática por inflación de los gastos de funcionamiento de universidades, hospitales universitarios y partidas de ciencia y tecnología, con retroactividad a 2024 y ajuste bimestral. También prevé un aumento salarial inicial del 40,8%, paritarias trimestrales y subas mensuales ligadas al IPC, además de recomponer becas y ordenar auditorías de la AGN. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, el costo fiscal rondaría los $1,9 billones en 2025, equivalente al 0,23% del PBI.
La ley de emergencia pediátrica, en tanto, apunta a recomponer los salarios de todo el personal del área de salud infantil, elimina el Impuesto a las Ganancias sobre guardias y horas extras, habilita compras directas de insumos esenciales y garantiza el financiamiento con fondos de contingencia y reservas. También refuerza el sistema de residencias médicas, una demanda central del sector. (VW)