El Cardenal Vicente BoKalic será uno de los electores del sucesor de Pedro en Roma
Oriundo del barrio Esloveno, de la ciudad de Remedios de Escalada, en el sur del Gran Buenos Aires, el Primado de la iglesia argentina, será uno de los electores del próximo Papa.
Mientras la Iglesia Católica comienza a palpitar al ritmo del cónclave que elegirá al próximo vicario de Cristo y sucesor de Pedro en la tierra, comienzan la especulaciones acerca de los cardenales electores y sus chances de acceder al papado.
Entre ellos se encuentra el Cardenal Vicente Bokalic, arzobispo de Santiago del Estero y primado de la iglesia argentina, quien a fines de 2024 fue designado Cardenal por el Papa Francisco, y ahora está en condiciones de elegir y ser elegido.
Este cardenal nació en Lanús 1952 y es hijo de inmigrantes eslovenos. Fue alumno del colegio parroquial San José de Pompeo y el secundario lo hizo en Escobar y luego ingresó en la Congregación de la Misión Vicentinos.
En 2010 fue designado Obispo auxiliar de Buenos Aires, y después llegó a ser Obispo de Santiago del Estero en 2013 por designación del Papa Francisco, elevó el estatus de Santiago del Estero a Arquidiócesis e Iglesia primada de la Argentina.
“Trabajé muchos años con el cardenal (Jorge) Bergoglio y fui su auxiliar durante cuatro años antes de que se convirtiera en Papa. Hay aspectos de su trabajo pastoral que conocí durante ese tiempo, y que continuaron una vez que el cardenal Bergoglio fue elegido Papa”, indicó en una entrevista.
En ese sentido, Bokalic destacó “su espíritu misionero”: “Impulsó una Iglesia abierta, en estado de misión, que sale del templo y va a las periferias, tanto geográficas como existenciales. Lo subrayó constantemente, y dio su ejemplo personal, con su presencia en lugares de dolor, de sufrimiento, de abandono”.
Al ser consultado sobre cómo podía colaborar con la tarea del Papa, remarcó la importancia de “ayudar a que una Iglesia misionera y sinodal se convierta en una forma de vida de una Iglesia descentralizada, que reconoce los carismas que Dios da a cada bautizado, una Iglesia que promueve los ministerios y la promoción de los laicos, cada vez más maduros y participativos”.
“Necesitamos comunidades de oración, solidarias, capaces de compasión, orientadas a la evangelización de todos”, concluyó(VW).